Páginas

miércoles, 7 de junio de 2017

David Delfín

David Delfín ha sido sin duda uno de los diseñadores más grandes de nuestro país. No le recordaremos únicamente por aquella marcada estética, su infinita creatividad, o su pasión y agudo sentido para desafiar lo políticamente correcto, si no por su verdad, amabilidad y pasión.
 En abril del año pasado, David fue operado de tres tumores cerebrales, y por varias de las entrevistas que realizó, incluyendo aquella magnífica para Vogue, dio a entender como esta fatídica experiencia lo cambió para siempre, sabiendo apreciar la belleza del presente, de cada minúsculo detalle que le rodeaba. Desde dar paseos con sus seres queridos por los pasillos del hospital, hasta los regalos y mensajes de sus amigos. Todo para David adquirió un brillo y una esencia especial. Aquel pasado julio, en las páginas de Vogue España, posó además frente al objetivo de su pareja, Pablo Sáez, en una emotiva sesión donde el diseñador mostró sin censura y con una inmensa fuerza las cicatrices de sus entonces recientes intervenciones. Y es que tirar la toalla nunca fue una opción para David.
Llegó con 20 años a Madrid dispuesto a convertirse en actor, y trabajó de repartidor, camarero y dependiente antes de que una colección de prendas militares ilustradas con su ya famosa tipografía se vendiese como churros en el festival de Benicasim de 1999 y le abriese las puertas de la moda. David, fuiste y serás un ídolo para todos, y has dejado entre todos un agujero imposible de remendar.